Ana Ribera estaba deseando irse a casa para relajarse follando con su novio, a esta española le apasiona el sexo más salvaje y tiene tanto vicio, que no puede irse a la cama sin antes disfrutar de una dura follada. Pero por mucho que intentaba echar de su bar a los últimos clientes no había manera, así que como no podía aguantar más las enormes ganas de echar un polvo, cogió al último cliente que quedaba en su bar y tras tener intercambiar mutuamente sexo oral para entrar en calor, recibió la tan ansiada follada anal que necesitaba.